2. Capacitar a todo el personal de salud para que pueda poner en práctica esa política (todos los miembros del equipo deben ser consistentes en la información que ofrezcan a las madres).
3. Informar a todas las embarazadas sobre los beneficios de la lactancia natural (disminuye el riego de: infecciones, muerte súbita del lactante, obesidad y DBT, alergias y favorece el vínculo madre - hijo).
La madre debe sostener el cuerpo del bebé en contacto con su cuerpo, ombligo con ombligo. Todo el cuerpo del bebé debe estar apoyado. El bebé debe tener la cabeza en el ángulo interno del codo de su madre, formando una línea recta con la espalda y la cadera. La cara del bebé debe estar de frente al pecho y su nariz en sentido opuesto al pezón. La madre sostiene el pecho con sus dedos formando una C (dedo pulgar por encima y dedos índice y medio por debajo). La boca del bebé debe estar abierta antes de colocarse al pecho y debe tomar una buena parte de la aréola para así evitar que el pezón se lastime.
Reflejo de Succión: Al estimular sus labios el lactante inicia movimientos de succión que le permiten una alimentación adecuada.
Reflejo de Deglución: Es el paso de la leche al estómago por medio de movimientos voluntarios e involuntarios.
6. No dar a los recién nacidos más que la leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, salvo cuando medie indicación médica (los suplementos interfieren con el amamantamiento y pueden provocar la disminución en la producción de leche materna).
7. Facilitar el alojamiento conjunto de las madres y los niños durante las 24 horas del día (es importante que la madre se aloje con su bebé durante su estadía en el hospital).
8. Fomentar la lactancia natural cada vez que el niño pida (los recién nacidos necesitan alimentarse frecuentemente y esto estimula los pechos para que produzcan suficiente leche).
9. No dar a los niños alimentados a pecho, tetinas o chupetes artificiales (existen diferencias mecánicas y dinámicas entre la succión de la tetina y la del pezón, por lo tanto el uso de la tetina puede afectar el aprendizaje de la succión).
La lactancia materna fortalece el vínculo madre - hijo y proporciona a ésta relación un espacio rico en sensaciones táctiles, auditivas, gustativas, olfativas, donde prevalece el afecto y la confianza entre el bebé y su madre.
Principales beneficios de la lactancia para la Madre y el Niño:
Madre:
1. Prevención de hemorragias y anemias: las hormonas producidas con la estimulación del pezón son responsables de la retracción uterina, disminuyendo el riesgo de hemorragias postparto.
Duración y frecuencia de la mamada
1. Deglución audible durante el amamantamiento.
2. Sensación de bajada de leche en los pechos de la madre.
3. Pechos llenos antes de amamantar y vacíos después.
4. Pañales mojados: 6 o más en 24 horas.
5. Movimientos intestinales frecuentes y suaves.
6. Promedio de ganancia de peso de 18-30 gr/día o 125-210 gr/semana.
1. No suplementar con otros alimentos: interfieren con el amamantamiento.
- A mayor estimulación del niño sobre los pezones, mayor es la producción de leche.
- Riesgo de exposición a infecciones por mamaderas.
- Riesgo de alergias por leche de vaca.
2. No usar chupetes: puede afectar el aprendizaje de la succión ya que existen diferencias mecánicas y dinámicas entre la succión de la tetina y la del pezón.
- Se puede reforzar una mala técnica de amamantamiento.
- Riesgo de infección.
- Pérdida de oportunidad de amamantar.
3. Alimentación de la madre: en el puerperio se recomienda que la madre se alimente en forma completa y variada e ingiera abundantes líquidos.
Alimentos que cambian el sabor de la leche materna
Hay muchos alimentos que pueden modificar el sabor de la leche materna. Sobre todo hay algunos que se desaconsejan a las madres que dan el pecho a sus bebés ya que modifican el sabor de una forma desagradable para el bebé. Se trata de alimentos que en su composición contienen sustancias volátiles como: ajo, cebolla, apio, col, etc. En principio no es que estos alimentos sean “malos” para el bebé, o“estropeen” la leche, quitándole cualidades, lo único que ocurre es que varía el sabor. Hay pediatras que opinan que eso no es del todo negativo ya que así ayudamos al bebé a que se acostumbre a probar distintos sabores.
De todos modos, se aconseja que si la madre observa que después de comer algún alimento concreto su hijo rechaza el pecho, regurgita o sufre más cólicos de lo normal, intente evitar comer ese alimento en particular. Por lo demás, la madre puede tomar cualquier tipo de alimento, intentando comer de todo, es decir, una dieta completa y variada.